Dungeons of Dredmor



  • Plataforma: PC
  • Género: Roguelike
  • Editor: Gaslamp Games, Inc.
  • Desarrollador: Gaslamp Games, Inc.
  • Año de lanzamiento: 2011
  • Molegato
    Aquí tenemos un juego que no es para todo el mundo, pero que encantará a aquellas personas a las que está dirigido. Si bien los llamados ‘roguelites’ son un nicho dentro del amplio catálogo de géneros de videojuegos, los roguelikes puros ya requieren un especial gusto por sus mecánicas e idiosincrasias. Esto es especialmente cierto en Dungeons of Dredmor, que contiene humor, absurdeces y parodias que solo los más frikis podrán disfrutar (yo las he disfrutado mucho), y que requiere cierto grado de paciencia.
    En el aspecto visual, Dungeons of Dredmor se merece una estrellita dorada por esfuerzo y originalidad. Si bien hay artefactos gráficos constantes, los enemigos se teletransportan a la siguiente salida, el personaje tiene menos animaciones de las que necesita, etc. Tambien es cierto que los sprites de los enemigos y personajes son bastante simpáticos y bien hechos, y los escenarios detallados y resultones. Tiene un feel ‘retro, pero no demasiado’, abogando por la calidad en lugar de sobresimplificación-por-nostalgia. Los iconos del inventario son geniales y a mí me producen ganas de coleccionar objetos tan solo por lo bien que se ven en una cuadrícula. Las ilustraciones que hay en los menús y en los iconos de habilidades son bastante impresionantes, no solo por su calidad (algo variable, pero a veces muy alta) sino también por su personalidad. Es un estilo muy único y característico, fácilmente reconocible una vez que lo has visto por primera vez.
     

    En cuanto a sonido el juego de nuevo es una mezcla algo heterogénea. La música es bastante pegadiza, pero algo olvidable. La exepción clara es el tema principal, que suena genial y épico. La mayoría de los efectos de sonido son bastante genéricos y a veces fuera de lugar, pero las voces que avisan de distintas situaciones suenan bastante bien y son hilarantes. “You need more mana, drink more booze!” es una línea que me gustaría poner de tono de llamada en mi teléfono alguna vez, solo por las risas.

    Sin embargo, el humor no es el único punto fuerte del juego, ya que la enorme cantidad de habilidades y objetos dan un fuerte factor estratégico a su gameplay. Cada partida inicia al crear un personaje seleccionando ni más ni menos que siete clases diferentes. Sí, puedes ser espadachín, ladrón, banquero, y varias cosas más a la vez, mezclando sus habilidades y subiéndolas al ritmo que tú elijas. Cada una de estas clases tiene sus cosas. Algunas son bastante seguras, dándote bonus al atacar con un tipo de arma y habilidades para aprovecharlas mejor, por ejemplo, mientras que otras son más avanzadas, no dando apenas bonificación en combate, pero permitiendo la creación de objetos y equipamiento a partir de materiales, y algunas otras permitiendo el uso de habilidades increíblemente destructivas, pero potencialmente peligrosas para el usuario. ¡Cuidado al crear agujeros negros o tormentas de arena! A diferencia de otros roguelikes, Dungeons of Dredmor hace un buen trabajo a la hora de dar opciones de dificultad, ya que al comenzar una partida, es posible seleccionar tres niveles de dificultad, si hay permadeath o no, si usar pisos cortos en los que todo está más concentrado para ahorrar tiempo, y en caso de tener las expansiones que añaden más pisos a la dungeon, si incluirlos o no. Las partidas se adaptan a todos los jugadores, es lo que quiero decir. Y eso en un juego tan duro como este, se agradece.


    La historia de Dungeons of Dredmor es tan simple como pudiera ser la de uno de los roguelikes primigenios. Lord Dredmor, un terrible nigromante, ha resucitado en el fondo de su mazmorra, y está de nuevo planeando conquistar el mundo. Como ya hicieran incontables otros héroes en épocas pasadas, y como harán incontables héroes idénticos en épocas futuras, te ha tocado a ti ir a por él. ¿Tendrás suerte en tu empeño? Más allá de la historia principal, hay un mundo bastante complejo que solo se adivina a partir de retazos de información incluidos en descripciones de objetos, habilidades, enemigos e incluso partes del decorado. Los magos viven en fortalezas ocultas en dimensiones paralelas, donde se congregaban para ‘regarcar maná’ a base de ingerir potentes licores. Los magos ‘no tienen un problema con el alcohol’, tal y como dice la descripción de una enorme pila de botellas desperdigada por el suelo en una de sus fortalezas abandonadas. El consejo del virote controla la producción mundial de ballestas y virotes, y suprime por medios violentos la prosperidad de otras armas de proyectil, razón por la cual no hay arcos ni armas de fuego. Hay un país llamado “Kanada” que básicamente es Canadá a lo bestia, y en el que al parecer todos tienen poderes de hielo. ¿Y quién es el HiperPapa?
     
    Dungeons of Dredmor puede no ser un juego para todos, pero sí que es en mi opinión, una estelar adaptación a los tiempos modernos del género roguelike, sin diluirlo en otros géneros ni limitarlo en ninguna dimensión. Es un punto de iniciación perfecto, y también un buen regalo para los veteranos del mismo, que encontrarán mucha diversión en las referencias y subversiones que contiene.

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